Free cookie consent management tool by TermsFeedGestionar cookies
Ir arriba

Historia de Panama

Historia (Blog) 2.jpg

Cruce de caminos, centro de comercio marítimo, unión de dos subcontinentes. Son muchos los eslóganes que sirven para definir Panamá, y todos aluden a lo mismo: el Canal. Esta maravilla de la ingeniería, aunque relativamente reciente en su historia, ha puesto al país en el mapa económico mundial.

Sin embargo, para entender la actual Panamá es necesario un pequeño apunte de geología.

Hace tres millones de años, tras unos años de movimientos tectónicos y actividad volcánica, surgió una estrecha franja de tierra llamada istmo que separó las aguas del Caribe y del Pacífico y a la vez unió las masas continentales de América del Norte y del Sur.

Al principio, este territorio fue habitado por un sinfín de pueblos indígenas, que trabajaban la tierra de manera colectiva y se movían itinerantes en busca de nuevas riquezas y cultivos. De ellos sólo sobreviven actualmente siete pueblos indígenas en toda Panamá, protegidos por una Red de Políticas Públicas dedicada a ellos.

En los albores del siglo XV, Panamá fue el primer territorio que descubrió Cristóbal Colón. De hecho, una de las ciudades más importantes del país lleva su apellido y fundó una colonia en Isla Colón, la isla principal de Bocas del Toro. Desde Panama Ciudad, divisó Núñez de Balboa por primera vez el océano Pacífico. Por estas tierras pasaron la inmensa mayoría de las riquezas encontradas por los españoles en el continente de camino a España. El conquistador que sometió al imperio inca en el Perú, Francisco Pizarro, transportó cantidades ingentes de oro al puerto de Portobelo, en el Caribe panameño.

A pesar de la seguridad que ofrecía este enclave, por encontrarse protegido por un largo cabo en su lado norte, nada pudo frenar la voracidad de los piratas ingleses, en especial la de Henry Morgan. Este navegante al servicio del Imperio Británico, corrompido por las riquezas de América, sitió Portobelo, pidió un cuantioso rescate y una vez obtenido el botín alcanzó a conquistar la Ciudad de Panamá, incendiando lo que hoy es la Vieja Panamá y dejándola en el estado ruinoso en el que se encuentra esta zona de la capital.

En noviembre de 1821, las ansias de independencia que corrían por todo el continente alcanzaron a Panamá. El ejército español, consciente de que no podría frenar con las armas el sentimiento del pueblo panameño y de que el movimiento sería apoyado por las huestes de Simón Bolívar en caso de guerra, llegaron a un acuerdo de no agresión a la nueva nación istmeña, comandada por el general José Fábregas. No obstante, dada la inseguridad económica y la admiración por el Libertador Bolívar, Panamá decidió unirse a la Gran Colombia.

La nueva nación independiente, aunque controlada desde Bogotá, vivió su propia fiebre del oro a mediados del siglo XIX. Miles de norteamericanos, llamados 49ers, (por el año en que comenzó la fiebre, 1849) eligieron Panamá como la ruta más segura para llegar a California en busca de oro. Esto motivó la creación en 1855 del Ferrocarril Transcontinental de Panamá por una compañía americana. Los 49ers solían tomar embarcaciones desde la costa este de Estados Unidos, atracar en Portobelo, cruzar en tren hasta Panamá Ciudad y ya en el Pacífico coger otra nave que les llevara a California.

A finales de este siglo XIX, surgió la primera idea de abrir un canal de navegación que comunicara los dos océanos y facilitara el transporte de mercancías tanto dentro de América como hacia Europa. El primer proyecto fue del arquitecto francés Lesseps, quien fracasó en el intento. De sus errores aprendió la administración americana del presidente Theodore Roosevelt, quien venció la resistencia colombiana presionando para la independencia de Panamá en 1903 y consiguió inaugurar el Canal en 1914. 

Ya como estado independiente, sucesivos gobiernos democráticos fueron construyendo la actual Panamá. Este proceso fue interrumpido por el golpe de estado en 1968, tras el cual el país sufrió una dictadura militar durante 21 años.

En la actualidad, Panamá es un país que ya no sólo encuentra su razón de ser en su famoso canal, si no que se esfuerza por atraer cada vez más turismo, consciente de la importancia que esta industria puede tener para su futuro. Panamá es mucho más que el canal; es playa, es montaña, es selva, es cultura, es el carácter servicial de sus habitantes, y es, sobre todo, uno de los países con mayor biodiversidad que hayáis visto jamás.