“Estas son las mañanitas, que cantaba el rey David. Hoy por ser día de tu santo, te las cantamos aquí…”
Con voz baja pero bonita y clara sale la canción de cumpleaños de la boca de Titina. Con plantas de café con su brillo verde oscuro, campos de col y cebollas, niños corriendo y mirando curiosamente hacia nosotros y las montañas majestuosas cubiertas de bosque tropical como telón de fondo, casi se nos caen unas lágrimas de emoción. Estoy convencida de que mi amigo nunca antes había escuchado una “serenata” de cumpleaños tan especial y a la cantante se le nota el orgullo por su talento. Titina tiene 84 años y es una señora delgada y cuidada, que vive sola en una casita en las lomas encima de la ciudad Boquete.
Boquete
Boquete es una ciudad pequeña y acogedora ubicada en un valle dominado por las ondulaciones de la Cordillera Central. Es el punto de partida para ha...Leer más
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Es la última etapa de nuestro tour a la cascada San Ramón y por los bosques nubosos de los alrededores en la que nos paramos junto a ella. Le hablamos de nuestra caminata y le contamos como nos encontramos en medio de un calabobos que resultó ser una nube en vez de lluvia. Cómo caminábamos y no salíamos de nuestro asombro sobre la fascinante vegetación de árboles gigantes cubiertos de musgo, lianas de una longitud de varios metros y arbustos por todas partes. Y así charlamos un buen rato con la mujer hasta que empieza el atardecer y nos despedimos conaflicciónpara dirigimos de vuelta a la ciudad.
Cuanto más nos acercamos a Boquete, más pasamos por preciosos jardines tropicales. De vez en cuando nos paramos para admirar una bonita orquídea o bromelia y más de una vez vemos colibrís volando rápidamente de flor en flor. En la parte trasera de los jardines se ven casas de una planta con porches acogedores con mecedoras. Con esta vista idílica y el aire fresco y limpio que se respira aquí, entendemos por qué hay tantos jubilados, sobre todo norteamericanos, que se mudan a la provincia de Chiriquí, ubicada a una altura de 1.200m sobre el mar. Clima agradable, buenas infraestructuras, paisajes maravillosos y una vida probablemente más económica que en EE.UU. En la Plaza Mayor, en el centro de Boquete nos acomodamos en un café bonito y relajamos nuestras piernas. En la mesa de al lado hay un grupo de hombres norteamericanos mayores bebiendo cerveza Balboa. Se están riendo mucho y les estamos escuchando un poco.
Después de haber disfrutado de una cena romántica con ceviche fresco y „steak“ en la Fireside Lounge del Panamonte Hotel & Restaurants anoche, esta noche nos decidimos por uno de los comedores locales. Allí se come rústico y rico - pollo con arroz, frijoles y plátano macho en compañía de familias y parejas locales. No hay muchos “gringos” aquí, así que nos damos cuenta de que en realidad los residentes norteamericanos (y europeos) son una faceta más de este destino, y no disminuye en nada lo que es la experiencia en Boquete. Hemos venido aquí para descubrir el bosque nuboso y tropical con su flora y fauna exótica y vivir algo de acción haciendo rafting y zipling. Y nos encantan las tierras altas de Panama, lo sencillo y seguro que es moverse por aquí y la amabilidad de la gente. Y mi amigo, cuyos conocimientos del español son prácticamente 0, está muy contento de poder pedir su cerveza por la noche en inglés.